(...) Bajo la lluvia me siento aún blanco, aún puro pero mojado. Es que ya no soy yo, ya el factor y el sistema me hicieron cambiar.
Esperando en eterna calma un sonido, una voz, un ave que sobrevuele por sobre mi cabeza.
A veces siento lluvia y a veces ya no me siento.
Quisiera que mis ojos miren hacia un costado pero ya no tengo fuerza y mis párpados apenas se mantienen abiertos y miro una última imagen como una postal de lo que fue, aunque prefiero ver mis pies desnudos ya limpios de la tierra por la lluvia que cae por no llorar.
Es que bajo la lluvia también me siento negro y ya no veo ni me siento gris. (...)